Esta noche chateando con un amigo del norte me comento la siguiente noticia:
"Este fin de semana, releyendo unas cosas, me he encontrado con lo siguiente: En Berlín han inaugurado hace no mucho un monumento o memorial del holocausto judío: es un laberinto de tochos de piedra negra, bastante duro. Ocurre que han protegido los tochos con una pintura antigrafitis que la produce y la vende una empresa química que ¡¡¡ es la misma que producía el gas ZyklonB con el que se mataba a judíos en las cámaras de gas! ! ! tiene coña ¿no? yo creo que esto debería provocar a los grafiteros del mundo y llenar de color el tétrico laberinto".
Totalmente de acuerdo, parece increíble como al final todo se entrelaza en este caso de una forma un poco absurda y diabólica.
noticia en EL PAÍS.
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